martes, 19 de agosto de 2008

TEMPORAL

Continúa el temporal en el mar con bastante oleaje.


El baño hay ha sido imposible, las banderas rojas indicaban el peligro.


La marea arrastró la arena de las escaleras más cercanas al Piles hacia la Escalerona.




La escalera sujeta a la barandilla al finalizar la tarde.

TRAVESÍA MUSEL GIJÓN


Ayer se celebró la travesía a nado de El Musel al puerto Deportivo.

Los nadadores recorrieron cerca de 3 km en aguas relativamente cálidas pero no del todo tranquilas.



En la foto superior parte de los ganadores.

sábado, 16 de agosto de 2008

ACABÓ LA SEMANONA

Acabó la “semanona” y queda uno como vacío después de una semana de grandes actuaciones que culminó con La noche de los fuegos el 14, y la danza prima y el restallón el 15.
Este año los fuegos fueron magníficos, incluso, algunos originales. Separados en bloques casi monotemáticos, empezaban por una suave presentación para ir incrementándose en intensidad hasta acabar en una gran explosión de luz, color y sonido. Con la marea totalmente baja y las luces de la ciudad apagadas, desde la arena, es un espectáculo colectivo pero a la vez con una especie de sensación de intimidad.

La danza prima cuenta cada vez con más número de personas, que bien sea mirando o bailando, en el muro o en la arena participan en este ritual colectivo de hermanamiento no sé si con los de allende el mar, pero si con los más cercanos: vecinos y visitantes de Gijón.
Después de tanto grupo musical se echa en falta la típica orquesta pachanguera para la tarde/noche del día de Begoña que a pesar de ser el día grande parece como si la resaca del día anterior no nos permitiera continuar con la fiesta, un día que además este año cayó en viernes.

miércoles, 6 de agosto de 2008

DANZA PRIMA

Se acerca el día de Begoña y hay que prepararse para bailar la Danza Prima en San Lorenzo.

LETRA DE LA DANZA PRIMA: ¡AY!, UN GALÁN DE ESTA VILLA.

¡Ay! un galán de esta villa,
¡ay!, un galán de esta casa,
¡ay!, de lejos que venía,
¡ay!, de lejos que llegaba.
¡Ay!, diga lo que él quería.
¡Ay!, diga lo que él buscaba.
¡Ay!, busco a la blanca niña,
¡ay!, busco a la niña blanca,
que tiene voz delgadina,
que tiene la voz de plata;
cabello de oro tejía,
cabello de oro trenzaba.
Otra no hay en esta villa,
otra no hay en esta casa,
si no era una mi prima,
si no una prima hermana;
¡ay!, de marido pedida,
¡ay!, de marido velada.
¡Ay!, diga a la blanca niña,
¡ay!, diga a la niña blanca,
¡ay!, que su amigo la espera,
¡ay!, que su amigo la aguarda
al pie de una fuente fría,
al pie de una fuente clara,
que por el oro corría,
que por el oro manaba,
a orillas del mar que suena,
a orillas del mar que brama.
Ya viene la blanca niña,
ya viene la niña blanca,
al pie de la fuente fría
que por el oro manaba;
la tan fresca mañanica,
mañanica la tan clara;
¡ay! venga la luz del día,
¡ay! venga la luz del alba.