Viernes noche.
Ya se han esfumado las personalidades y los fotógrafos, sólo queda la noche, el agua y la fiesta.
Estreno de espacio para este jolgorio, mitad fiesta y otra mitad fiesta, y palmarés para que famosos y no menos famosos pero con ganas de serlo se pongan en este gran escaparate para ser vistos. Hablan del mal, de la guerra, de la nuestra y de la de otros (más bien siempre la de otros). Exponen las miserias humanas como quien exhibe una maravillosa colección de orquídeas, recreándose en la belleza del horror. Como novedad, este año, también hay una exposición de soldaditos de plomo.
Porque los muñequitos de guerra como la novela negra es un juego básicamente de hombres-niños.
Estupenda la actuación de "El quinto parpadeo".
Son las doce de la noche. Estoy en el medio de la entrada de la carpa de la exposición de soldaditos, supongo que con cara de sargento, o eso supongo después de que me ocurriera lo siguiente:
Llevo como un cuarto de hora en el medio de la entrada, paraguas en mano y con cara de aburrimiento esperando que quien me acompaña termine de leer todas las batallas de la historia antigua, cuando se me acerca un negro de un puesto de venta cercana a preguntarme si soy de la organización, le digo que no, y el insiste que necesita un diccionario de francés- español, le digo que les pregunte a los que controlan la exposición y me dice que no porque están ocupados. Cuando se retiran se me acerca otro chaval con una chaqueta fosforito con letras grandes que dicen ORGANIZACIÓN y me pregunta que cuándo cerramos, también le insisto que yo no soy de la organización y me voy al interior a dar prisa no sea que alguien termine reclamándome algo.
sábado, 12 de julio de 2008
SEMANA NEGRA
Etiquetas: FIESTA
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