viernes, 30 de noviembre de 2007

PINGÜINOS Y PALOMAS

Pingüinos flotando en la mar.


















Palomas iniciando el vuelo.

sábado, 24 de noviembre de 2007

TETSUO


Estamos en luna llena. No creo que eso, en realidad tenga mucha importancia, pero si sales del cine, con el alma encogida, después de haber visto una película en blanco y negro, de un cierto terror, más bien irrealidad… quedas como más impresionada al ver una luna enorme, gris azulada con un ligero cerco morado sobre un fondo negro..
En fin, fui a ver Tetsou, película del cineasta japonés Tsukamoto, que se exhibe en Gijón dentro del Festival de Cine.

Con una música estridente (banda sonora de Chu Ishikawa), chirridos metálicos y mucha sangre, un hombre, rajándose el muslo, se introduce un tubo metálico en la pierna.

El protagonista es un extraño hombre conocido como "el fetichista de metales", que tiene la insana costumbre de clavarse trozos de metal en el cuerpo.
Un buen día, sufre un accidente de coche y choca contra otro hombre quien, a partir de ese momento, empezará a sufrir extraños síntomas en su propio cuerpo.
Extrañas protuberancias metálicas surgen de su cara y extremidades. Mientras, el hombre fetichista, sueña con un mundo de metal en el cual todos sufrieran una mutación hasta conseguir una transformación total y absoluta.


SHINYA TSAKUMOTO: Nacido en Japón en 1960, a los 14 años empieza a realizar sus cortos en 8 mm. Tras finalizar sus estudios de Bellas Artes, se introduce en el mundo de la publicidad dirigiendo anuncios. Dos años después, deja el trabajo para concentrarse únicamente en actuar y dirigir.
Durante los años 80 funda una compañía teatral llamada Kaiju Theater (el teatro de los grandes monstruos marinos), con la que presenta al público algunos de sus cortos.
En 1988 produce, con esta misma compañía, Tetsuo, El Hombre de Hierro. A pesar de estar rodada en condiciones de cierta precariedad y con bajo coste, con esta película se da a conocer como joven realizador ante un público japonés que queda rápidamente rendido a sus pies. El país se estremece cada vez que se estrena una de sus películas.
Tsukamoto, considerado uno de los realizadores más inquietantes del planeta, suele recurrir a temas relacionados con seres mutantes y fantasmagóricos rozando siempre lo irreal. La obsesión es otro de sus temas más recurrentes.
Realizador, director, actor, director artístico, director de fotografía, productor ejecutivo... Tsukamoto consigue crear y organizar una familia de cine compuesta por una serie de colaboradores que le ayudan a desarrollar su universo de fantasmas, inspirado en las películas de David Lynch o de David Cronenberg, siempre repleto de reminiscencias procedentes del mundo del cyberpunk. En poco tiempo ha conseguido crear un universo particular en el cual la carne y el metal se fusionan para crear una nueva forma orgánica. Igual que ellos dos, Tsukamoto utiliza el cuerpo humano como mero recipiente de una forma artística aún mejor. La carne como tal no significa gran cosa para ellos, ésta tan sólo les interesa si está fusionada con otros materiales (metales, tubos, etc).

domingo, 18 de noviembre de 2007

LO QUE DA DE SI UNA TARDE DE SÁBADO Y …ESA ESCALERA DE DIOX!

Tarde de noviembre, fría, de ese frío gijonés que no marca el termómetro pero que traspasa los huesos (temperatura de 14º y sensación térmica de 4º, con un gran contenido de humedad en todo el cuerpo incluido el cerebro, je, je, no de alcohol). El muro no es precisamente el lugar más abrigado y seguramente los centros comerciales están igual de animados, pero no es lo mismo. Si en Gijón hay algo maravilloso es la playa (lógicamente con la mar) y entorno.
En la arena hay partido de fútbol; el agua al retirarse dejó una superficie lisa e inmensa, compartida por corredores, paseantes y perros, (¿cuántos perros hay en Gijón?, ¿alguien lo sabe?).

Por el muro nos repartimos el espacio los de a pie y los rodantes (patinadores y ciclistas).

Un pintor intenta promocionar su trabajo (no me gusta, es más un dibujante que un pintor, pero para gustos si hicieron colores). Y para color el azul. Bueno al menos ese será el color que tendremos que ver cuando esté terminada esa nueva imagen de la fachada de Gijón. Tampoco me gusta esa idea de uniformidad, de lavado de cara, a costa de todos los contribuyentes; seguiremos teniendo la misma sombra pero eso sí como de ciudad del futuro, fría y un poco inhumana (sin gente en las ventanas).

En el agua hace prácticas la fragata de la Guardia Civil; eso, o están borrachos.

Hay una nueva polémica en esta ciudad nuestra. Se abrirá una nueva escalera.
Y bien: renumeramos o le ponemos un nombre. Será previa a la escalera 1, y aquí empiezan los problemas. La escalera 0 suena a inexistente. Cambiar la numeración es bastante duro; ¿encontraremos a nuestros amigos con los que nos vemos tomando el sol, todos los años, en la escalera 13?, ¿debemos movernos o simplemente será la 14 donde nos encontremos?. La iglesia propone que la escalera sea de San Pedro; bueno …quizás sea el mejor sitio para llegar al cielo.
(Es broma, es un sitio ideal para darse un chapuzón.)


Es hora de darse otro tipo de chapuzón (y sin mojarse las manos).


Nunca morirán las sidrerías clásicas (es un decir) pero toca modernizarse.



Tiene sus ventajas tomar sidra digital. Compras tu tarjeta (un mínimo de dos euros), y te tomas todos los culines que quieras, sin que nadie te marque el ritmo, bien escanciada, vasos para todos, y, si decides no tomar más, lo que te sobra para otro día .


Es de noche (no una noche de perros porque estos ya se han ido), hace frío, San Pedro se refleja en el agua.
¿Seguirá siendo ésta la escalera tres?



viernes, 9 de noviembre de 2007

PASEANDO CON UNA PALOMA

Gijón es un lugar ideal para pasear, a cualquier hora, pero sobre todo por las tardes, respirando tranquilidad y dejándote llevar por lo que surja en ese momento.

Y este es el caso, que te encuentras con una paloma que no tiene nada que hacer, o sea como uno mismo, que tiene que hacer tiempo, deambular por ahí.
Casi nunca miramos a los ojos a las palomas y debe ser por eso por lo que nos ignoramos mutuamente.
Ahora bien, ¿qué ocurre si en un momento mágico conectamos nuestras miradas?
Pues se produce un encuentro, una unión entre dos almas gemelas, con los mismos sentimientos y puede que similares pensamientos (en ese momento, ¡claro!, digo yo).
Y nos pusimos a caminar; y, a nuestra manera, mantuvimos una corta aunque interesante conversación; al menos, yo la entendí perfectamente, y quiero crer que por su movimiento de cabeza ella también me comprendía.
Al fin y al cabo son unos seres tan urbanos como nosotros; tan preocupados por el cambio climático, la especulación inmobiliaria, la movida nocturna, y hasta la iluminación navideña como podemos estarlo cualquiera de nosotros.

¡ESPEZTACULAR!

El acuario de Gijón es lo mas parecido a un templo de los horrores.
Es un acuario pequeño, acorde, quizás, con la ciudad que lo sustenta. Seguramente tiene un buen diseño y sobre todo es muy didáctico, al fin y al cabo pretende mantenerse con los turistas y sobre todo con las visitas escolares.
Su reducido tamaño se hace notar sobre todo en las cubetas para los sufridos animales.
Los esturiones viven en una charca; las salamandras, en un marco; las nutrias en una bañera; y los pobres pingüinos forman un cuadro que a mi me trajo a la memoria mi visita al Guernika, recien traído de Nueva York, en Madrid, hace ya muchos años. Estaba en una sala pequeña, como una capilla, aislado y con grandes medidas de seguridad; encerrado en una urna de cristal reforzado, con entrada limitada en número a pocas personas; allí se respiraba devoción, miedo. El tamaño es muy similar, el cristal, el drama, el escenario, en una sala aislada, con anfiteatro incluído para admirar el horror. Unos pocos pingüinos entre el cristal y una pared tapizada por sus propias deyecciones y un agua que, de todas todas, tiene que ser infecta. Y todo frente a unos espectadores, también asustados, porque el ambiente es tétrico.
La zona tropical es algo mejor, porque el colorido de los peces nos hace medio olvidar lo que acabamos de ver.
Mirar la cara del chavalín.
Desde luego ESPEZTACULAR.

viernes, 2 de noviembre de 2007

LEONARDO DA VINCI



Exposición en el Centro Cultural Cajastur sobre el Códice Atlánctico de Leonardo da Vinci.
El Códice Atlántico, es el más famoso e importante de los códigos leonardianos, editado a principios del siglo XX y conservado en la Biblioteca Ambrosiana de Milán. Es una extensa y extraordinaria recopilación del trabajo de Leonardo da Vinci, que recoge su quehacer intelectual y científico relizado desde 1478 hasta su muerte, en 1519.
Los documentos del Códice muestran la diversidad creativa de Leonardo y abarcan desde estudios urbanísticos para la remodelación de Milán, proyectos arquitectónicos y un gran número de escritos y anotaciones dedicadas a la Física, la anatomía, la Botánica, la Öptica, la Geografía y la Matemática, hasta bocetos y diseños de diferentes artefactos bélicos, de máquinas (para volar), trefilar, excavar canales y levantar pesos) y de ingenios textiles.
La exposición se completa con un variado conjunto de artefactos leonardianos, una forma de comprobar y disfrutar del genio italiano.